lunes, 23 de febrero de 2009

Sobre las soposiciones y los malentendidos

Dentro de tantas historias diferentes que uno escucha de sus pacientes pude hallar una generalidad. Algo que encontré en todos ellos sin excepción: padecen "el mal de la suposición".

Vienen y relatan lo que otros le han hecho y siempre suponen un sentido sobre ese accionar. Cuando les pregunto cómo llegaron a esa conclusión, si es que le preguntaron al otro en cuestión o si es una deducción a la que ellos mismos arribaron, allí mis pacientes con argumentos de lo más razonables siempre confirman que es una conclusión construída sobre la base de lo que ellos fantasean, no sobre una charla sostenida con el otro... y así van alejándose de las razones del otro en realidad.

Algunos pacientes van luego a preguntarle al otro en cuestión, y allí se encuentran con que las razones de ese otro no son exactamente las que ellos suponían en un principio.

Aquello que es tan sencillo como ir primero y preguntarle al otro -sea pareja, hijo, padre, amigo- sobre la causa de un accionar que nos afectó en lugar de comenzar a suponer y a mortificarnos y enojarnos, no es algo que hacemos con frecuencia... sino piense Ud. que me está leyendo cuántas veces le pasó lo que aquí hoy describo.

Si la próxima vez va y pregunta quizá se evitaría disgustos! Muchos de los problemas de relación se fundan en malentendidos que no son aclarados oportunamente y sobre ellos se tejen más malentendidos hasta llegar a afectar permanentemente la relación.

Lic. Liliana Schiavone

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