martes, 17 de febrero de 2009

Sobre reencuentros en internet

Chateando con un amigo que vive en el exterior comencé a contarle de mi vida, de los 25 años que pasaron desde que nos vimos la última vez... él se sorprendió por cómo yo hablaba de mis sentimientos como si fuesen actuales, en aquellos recuerdos que le relataba. Me preguntó si aun seguían afectándome, por la forma en que subjetivaba mis relatos.

Reflexionando sobre esta observación me di cuenta que no puedo hablar de mi desde lo anecdótico únicamente, pues lo que sentí en cada momento de mi vida fue lo que me convirtió en la persona que soy actualmente. Soy producto de mi historia pero principalmente de cómo mi historia impactó en mi.

Los psicoanalistas afirmamos que todo recuerdo es encubridor, es una construcción y tratamos de indagar lo que desde el sentido común se denomina el "sentido oculto", al igual que en los sueños, lapsus, olvidos y otras formaciones del inconsciente. Con respecto a los recuerdos allí solemos separar las imágenes que los conforman del afecto del que fueron acompañadas en aquel momento, así es que recordamos sin volver a sentir el dolor o amor o tristeza que sentimos en ese entonces. Eso es lo que hace que nos sea tan fácil olvidar, no hace falta olvidar el suceso en sí si logramos separarlo de la sensación que lo acompañaba, pues ya no despertará ningún efecto sobre nosotros!!

Un día en una sesión de análisis mi analista me dijo algo así como que a mi me fallaba el olvido... los dos nos reímos sobre su interpretación, era una verdad muy obvia pero era fuerte decirla y escucharla. Creo que esa es la explicación de mi buen amigo sobre mi forma de relatarle mi vida para que pueda conocerme aun hoy a la distancia y después de tantos años.

Liliana Schiavone

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